Privacidad es igual a libertad
La parte más difícil es ver o sentir el efecto que sucede cuando se daña la privacidad. Alguien podría vigilarnos toda una vida sin nosotros darnos cuenta, y peor aún, podríamos darnos cuenta y nunca saber realmente para qué sirvió y qué se hizo con esa “información”.
La privacidad es un derecho humano. La privacidad, en sus inicios, se asociaba mucho con el respeto al domicilio y la correspondencia de las personas. Nadie quiere que alguien pueda entrar a su domicilio sin su autorización. Nadie quiere que alguien no autorizado abra una carta dirigida o enviada por él.
El tema con los datos digitales es que con gran facilidad pueden ser recolectados, almacenados, analizados y compartidos. Volvamos al ejemplo del que nos vigila y supongamos que esta persona apunta cada movimiento nuestro en una libreta, organiza esta información, la analiza y la comparte con quién sabe quién y quién sabe para qué.
En el éter digital, existen una serie de relaciones entre organizaciones compartiendo nuestros datos personales por medio de múltiples protocolos tecnológicos y documentos legales. Para dimensionar esta compleja red de acuerdos que existe, podemos usar como ejemplo el caso del aparato Nest, de Google.
Si quisiéramos saber con exactitud qué sucede con la información recolectada por estos dispositivos, tendríamos que leer un aproximado de mil documentos legales. Este número es tan alto debido a la red de acuerdos que Nest tiene con quienes comparte esa información y los que estos a su vez tienen con quienes ellos la comparten de igual forma. ¡Buena suerte con eso!
Por lo general, el propósito de manejar y explotar datos gira en torno a 2 principales razones: 1) Por un lado, las compañías queriendo que nosotros compremos más de lo que sea que ellos ofrecen, y 2) Los gobiernos queriendo que hagamos lo que ellos quieren. En resumen: ambos quieren controlarnos y alterar nuestra libertad de pensamiento y orientar nuestros actos, y ¿Qué tal si -cosa que sucede con mucha frecuencia- se unen y trabajan en conjunto?
Creo que es fácil establecer un argumento en el que se diga que nuestras decisiones nunca son totalmente libres o independientes, y que siempre hay algo o una influencia externa en todas las decisiones que tomamos. Este es un tema bastante abstracto y filosófico que puede caer rápidamente en una discusión sin forma, pero que tiene algo de luz y razón.
Ahora, el punto importante a tener presente en cuanto al manejo de datos en la forma como la describí anteriormente, es que en ella hay una premeditación sistemática para ejercer control sobre el individio por parte del estado u otro tipo de organización/compañías -que para fines práctivos y del pdoer con el que cuentan- pueden ser categorizados como un “estado”.
¿Es esto lo que queremos?
- Privacidad es igual a libertad - June 1, 2020