El modelo educativo no educa
Esta ha sido una de las preguntas más difíciles de responder en mi vida de mamá, esto porque el escoger la escuela para mis hijas no ha sido cuestión únicamente de que, si es bilingüe o no, o si es en horario americano u hondureño, no, en mi casa un tema mucho más profundo que eso.
El debate en mi hogar se inició hace unos años tomando como punto de partida la teoría educativa, y es que descubrimos que el modelo educativo “moderno” tiene su origen en la Revolución Industrial, cuando las empresas necesitaban trabajadores medianamente educados, que pudieran leer y escribir, que pudieran seguir instrucciones, pero que no pensaran ni cuestionaran órdenes. Necesitaban mano de obra barata y “calificada” para labores de operarios en fábricas.
El modelo educativo actual continúa siguiendo los mismos lineamientos, efectivamente como de fábrica. Hagamos una comparativa: Dividen al producto, léase los niños, por bloques de producción en donde los factores determinantes son la edad y en algunas instancias el género, y los van confeccionando con piezas idénticas que serían las diferentes materias, con un proceso de control de calidad que en este caso son las calificaciones.
No sé las demás madres de familia, pero yo estoy sumamente consciente que mis hijas no son idénticas entre ellas, ni mucho menos con otros niños provenientes de diferentes familias y hogares con diferentes ideas, costumbres, religiones, por mencionar algunos aspectos. Y por esto, me rehúso a pensar que educar a mis hijas como si fueran una pieza más, idéntica a todas las otras piezas que elaboran en una fábrica.
Un modelo como el mencionado sirve para matar la creatividad, la pasión, la individualidad, no reconoce los talentos natos de cada individuo, sino que obliga a enterrarlos bajo tareas de memorizar información desconectada que los niños perciben como inútil, únicamente para vomitar la información en un examen y luego olvidarla. El modelo educativo actual no educa, sino enseña a los niños a no hacer preguntas, a no cuestionar, y, sobre todo, a no crear. El modelo educativo enseña a los niños cómo pasar exámenes.
Dadas las conclusiones compartidas en este texto, me di a la tarea de investigar. Busqué escuelas por sus filosofías educativas, por los valores que enseñan, por el programa educativo que implementan, pero sobre todo, busqué lugares donde la creatividad se fomentara, donde las preguntas de los niños están a la orden del día, donde la individualidad de cada niño se celebra, donde cada quien puede disfrutar sólo ser.
Cierto es que no hay escuela perfecta, sigo sin encontrarla, pero sí hay instituciones en donde a los niños los tratan como niños, como individuos merecedores del mismo respeto que cualquier adulto, con sus logros e intereses propios, y fui afortunada de encontrar uno de estos espacios en donde mis hijas están creciendo como seres humanos.
Written by Elena Toledo
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