Dictadura de las modas: Lenguaje… ¿incluyente?
Actualmente vivimos en una época globalizada gracias al internet y sus plataformas sociales, es un gran momento para el acceso al conocimiento, ampliar redes de trabajo, expandir empresas, transparentar procesos administrativos, crear accesos efectivos a instituciones como la banca, entre otras grandes expansiones que el avance tecnológico da paso cada día.
Sin embargo, hay un lado no tan amable del acceso a las comunicaciones digitalizadas, y es la propagación de la dictadura de las modas que es aquella forma de pensar que pretende instalarse de manera agresiva en la sociedad como única manera de poder ser un “buen y respetuoso ciudadano”.
Dentro de estas modas que pretenden dominar como pensamiento homogéneo está las modificaciones impues… perdón, propuestas al lenguaje español, que hagan sentir a todos los individuos incluidos, sin embargo nada más lejos de incluir o de promover la dignidad, ya que excluye automáticamente a todos aquellos que no querramos implementar esta forma de hablar, y reduce la dignidad y valor de la persona a una letra.
En lo personal, considero que el punto más grave de los anteriormente expuestos es el segundo: entregarle la dignidad de la persona a una letra, ya que esto muestra lo subestimado que está el valor que estos grupos auto denominados “progresistas” asignan al individuo y a la vez lejos de distinguirlo, le asignan un lugar en las masas que deberá tener una opinión homogénea, sino no cabe.
Más allá de la gramática que es algo dado e instalado no de manera antojadiza sino por principios y reglas de siglos de tradición, la desvalorización que hay hacia la persona, ya sea hombre o mujer, es clara. La dignidad que alguien tiene va más allá de una letra que le distinga, va más allá de que otros crean como debe ser llamado.
Y no, el lenguaje incluyente no es la mejor manera para “empoderar”, nada más lejos de eso, pretende solamente instalar un frente de victimización, lo cual es totalmente contrario a empoderar, es provocar lástima.
Ya es momento de que se deje la creatividad para crear verdaderas alternativas que realcen el valor del individuo, que le hagan sentir valioso y se dejen las agendas ideológicas y financistas de un lado.
Written by Elena Toledo